De un tiempo acá
por PhiTech
Ya van al menos tres fines de semana sin poder escribir una sola palabra, sin pensar una audaz teoría sobre las cosas ínfimas con las que solía bromear para ejercitar la mente o si quiera con un sueño pendiente que reprimir por no ‘haber como’.
Estos días constan de una rutina bien delimitada con las cosas que debo hacer y las que quiero. Estos días serían el sueño dorado del que me quejé tantas veces en mi vida. Ya aprendí a sobrellevar la casa vacía, la comida por hacer, las compras para uno y las salidas a cine como individuo. El pasado ni siquiera se me presenta y el futuro me resulta tan sólo una palabra.
¿Dónde quedó quien soy?
Y me recuerdo en los salones vacíos de un colegio abandonado mientras caía la noche. Me recuerdo trenzando esperanzas y listas imaginarias de lugares y cosas. Me recuerdo con los dientes apretados con la impotencia de no tener la edad adecuada. ¿Dónde está ese impulso vital? ¿cuándo me dejó de importar todo?
Escribo creyendo que así tomaré el paquete de trabajo pendiente que tengo sobre mi escritorio, aunque falle.
«Me recuerdo con los dientes apretados con la impotencia de no tener la edad adecuada»
Yo también quiero que el futuro sea sólo una palabra…te lo envidio mucho
me vas a dejar usar ese pedacito en algo mio??? te juro que lo ENCOMILLO y te doy los créditos. siiiiiiiii????!!!!!
Es todo tuyo 😉
«Por profunda y fatal que sea la perdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y sólo conservemos, de lo que antes eramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio.»
Haruki Murakami, Sputnik mi amor