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a veces estoy solo cansada. muy cansada. a veces solo quiero llegar a casa y recostarme. no quiero escuchar nada, no quiero leer nada. me pesa existir pero no es ni siquiera un peso agobiante es solo un peso cansado. como cuando la cuerda se le agota al juguete y simplemente queda ahí, tendido.

a veces pienso que es tristeza o la depresión en una de sus múltiples formas, otras veces incluso recuerdo vagamente el COVID pero sé con certeza que no es nada de eso. solo estoy cansada. solo quiero parar. solo quiero un momento de no ir de un lado para el otro, dejar de sonreír y hablarle a la gente. solo quiero detener el mundo que me habita y respirar.

pero no paro, me levanto antes que el despertador suene. escribo para tratar de desenmarañar este nudo y me preparo para seguir la rutina laboral, hasta que quede de nuevo hastiada de mi.

Sí, yo quiero las dos horas del gym, la hora de lectura antes de dormir, el trabajo académico como hábito y tiempo suficiente para ver a mamá reír. en cambio tomo encargos que no cumplo, me enredo con los quehaceres del hogar y ojeo por n-vez la página del libro que llevo dos semanas leyendo.